Un sistema de alarma es un elemento de seguridad pasiva. Esto significa que no evitan una situación anormal, pero sí son capaces de advertir de ella, cumpliendo así, una función disuasoria frente a posibles problemas. Por ejemplo: La intrusión de personas o inicio de fuego. Cualquier situación que sea anormal para el usuario. Son capaces además de reducir el tiempo de ejecución de las acciones a tomar en función del problema presentado, reduciendo así las pérdidas. Para el buen diseño de la seguridad del hogar, empresa, industria, cuenta con paneles inteligentes de alarmas de diverso número de zonas, detectores de “contacto seco”, infrarrojos pasivos de gran calidad y ángulos de cobertura, fotoeléctricos variados para cubrir exteriores, detectores de rotura de cristales, pulsadores inalámbricos para armar y desarmar el sistema o pedir auxilio en emergencias, los conocidos cercos eléctricos para el perímetro de “altura” etc.